- Desde NEIKER estamos desarrollando diversas líneas de trabajo para que la agricultura 4.0. contribuya al salto cualitativo que el sector agroganadero necesita
- Los beneficios que ofrece el cultivo aeropónico abarcan desde el incremento de la producción y la reducción de costes, hasta la optimización del uso de agua
- El consumo de agua, por ejemplo, se puede reducir entre un 30% y un 50%
La inteligencia artificial y la digitalización son algunas de las palancas tecnológicas que están favoreciendo una auténtica revolución en la agricultura. Las oportunidades que brindan estas herramientas son diversas, pero, sobre todo, necesarias para impulsar el relevo generacional del sector, mejorar la calidad de los cultivos y ofrecer una respuesta a la demanda creciente entre los consumidores, cada día más concienciados por una producción más sostenible y respetuosa con el medioambiente. Por ello, desde NEIKER estamos desarrollando diversas líneas de trabajo para que la agricultura 4.0. contribuya al salto cualitativo que el sector agroganadero necesita, conscientes de que la tecnología ha avanzado en los últimos años y de que su correcta implementación puede resultar sumamente beneficiosa para el sector.
En el caso concreto del cultivo de patata, uno de estos avances es el sistema de cultivo aeropónico, que se basa en regar el conjunto de las raíces de la planta durante unos segundos mediante nebulizadores, pequeña máquina que convierte la solución nutritiva en vapor.
El sistema aeropónico está diseñado para obtener cultivos de mejor calidad en condiciones asépticas para evitar que cualquier enfermedad se pueda producir tanto en la semilla como en la planta. Asimismo, mediante este sistema se consigue optimizar la aireación o ventilación de las raíces, uno de los principales factores que favorecen el incremento de la producción de minitubérculos, en comparación con los métodos clásicos de cultivo en suelo.
En este sentido, el tiempo que permanecen las raíces sin agua les permite capturar el oxígeno más eficientemente. Este hecho permite incrementar tres veces la producción en comparación al sistema convencional de cultivo. Tal y como explica Natxo Ruiz de Galarreta, investigador del departamento de producción y protección vegetal de NEIKER, “gracias a este sistema de cultivo aeropónico se pueden obtener entre 400 y 800 patatas por metro cuadrado, frente a las 100 plantas que se pueden plantar empleando el sistema de cultivo tradicional”.
Del mismo modo, en este tipo de sistema de cultivo no es necesario el uso de sustrato, lo que supondría una reducción de costes, así como una mejora de la calidad medioambiental. Por ejemplo, a través de este sistema de cultivo el consumo de agua es mucho más eficiente, lo que llevaría a reducir el agua en los abonos entre un 30% y un 50%.
Desde NEIKER ofrecemos soluciones tecnológicas innovadoras al sector primario y nos encargamos del desarrollo del sistema de cultivo aeropónico para la producción de semillas de las principales variedades de patata que se siembran en Álava y su transferencia al sector.
NEIKER con los agricultores locales
“Es una labor dedicada como apoyo al sector semillerista de patata para facilitar la producción de variedades demandadas por el agricultor y que en algunas ocasiones son más difíciles de conseguir. También se pretende reducir la importación de patata de siembra del exterior y así poder evitar la dependencia de otros países para el suministro de este tubérculo” cuenta el investigador de NEIKER.
Así las cosechas cultivadas mediante este sistema son más prácticas, limpias y permiten un mayor control del tamaño de la patata que las cultivadas con sistemas clásicos, ya que pueden realizar cosechas secuenciales, cuyos cultivos anuales se suceden en el tiempo.
Además, este sistema aeropónico está indicado para una instalación básica en invernadero dotado de un sistema automático de riego y unas estructuras de producción que sirven de soporte de las plantas.
Actualmente estamos trabajando también en el diseño y desarrollo de este sistema para la reducción de uso de agua y fertilizantes mediante micropulverización de agua en las raíces de las patatas. Sin embargo, también la estamos empleado, de forma experimental, en la producción de diferentes hortalizas como pimientos, lechuga, calabacín y tomate; en cereales como el trigo y en flores como el crisantemo, el clavel o la rosa.