El Colegio de Comisarios adoptó el 17 de noviembre un paquete de nuevas medidas y acciones para mejorar el suelo y abordar la deforestación y los traslados de residuos.
Concretamente, la Estrategia de la UE sobre el suelo tiene como objetivo garantizar el mismo nivel de protección para los suelos que el que actualmente damos al agua, el medio marino y el aire.
El siguiente paso será el lanzamiento por parte de la Comisión de una nueva iniciativa legislativa en 2023 sobre la salud del suelo para cumplir con los objetivos marcados en la Estrategia del Suelo.
El suelo es la base de todas las cadenas alimentarias y de la biodiversidad sobre el terreno. Los suelos sanos son una solución para los desafíos clave abordados por el Pacto Verde Europeo, incluida la neutralidad climática, una economía limpia y circular, revertir la pérdida de biodiversidad, proporcionar alimentos saludables, salvaguardar la salud humana, detener la desertificación y la degradación de la tierra.
Sin embargo, alrededor del 60 al 70% de los suelos de la UE no son saludables. Cada año, alrededor de 1.000 millones de toneladas de suelo son arrastrados por la erosión en la UE, lo que provoca una pérdida estimada de producción agrícola en la UE de 1.250 millones de euros al año.
Los suelos también sufren la disminución de la materia orgánica, la contaminación, la pérdida de biodiversidad, la salinización y el sellado resultantes del uso y la gestión insostenibles de la tierra, la sobreexplotación y las emisiones de contaminantes.
Según la Comisión, más de 400 km² de suelo se pierden cada año en la UE para crear nuevas infraestructuras o áreas urbanas a expensas, principalmente, de terrenos agrícolas.