Estudiar anualmente el stock de juveniles de anchoa, la población menor de un año de esta especie es primordial para asegurar la gestión sostenible de la actividad pesquera y extraer conclusiones para proponer medidas de conservación de los recursos marinos.
En este contexto se desarrolla la campaña científica JUVENA, el estudio de seguimiento anual de biomasa de juveniles de anchoa realizado por el centro tecnológico vasco AZTI durante el mes de septiembre, que este año sitúa en 230.000 toneladas la cantidad de estos ejemplares que habita en las aguas del golfo de Bizkaia.
Las cifras obtenidas a través del estudio JUVENA 2020, confirman el buen estado del recurso estimado por la campaña BIOMAN en primavera, que registró un máximo histórico de 330.000 toneladas de anchoa adulta, y permiten pronosticar un reclutamiento medio-alto para la campaña pesquera de 2021.
No se detecta un escenario de riesgo para la campaña de pesca del próximo año y las predicciones anticipan un reclutamiento medio-alto en 2021
“La estimación de biomasa de este año demuestra que la anchoa se encuentra en niveles saludables. No se detecta un escenario de riesgo para la campaña de pesca del próximo año y las predicciones anticipan un reclutamiento medio-alto en 2021”, asegura Guillermo Boyra, investigador del área de gestión pesquera sostenible de AZTI y responsable de la campaña JUVENA.
Los datos de la campaña JUVENA han sido recabados este 2020 por el personal investigador de AZTI a bordo de los barcos “Emma Bardán”, de la Secretaría General del Mar, y “Ángeles Alvariño”, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en sustitución, este último, del buque “Ramón Margalef”, que operó en ediciones pasadas. La nueva embarcación está equipada con un sonar multihaz que ha ayudado a estudiar mejor las agregaciones superficiales de anchoa juvenil y a detectar su abundancia y localización.
Además, el estudio ha ampliado su zona de muestreo hacia el norte, lo que ha permitido una cobertura mejor y más coordinada de las investigaciones con las realizadas por otros institutos europeos. Los datos recabados por JUVENA se integrarán junto con la información obtenida en el Mar Céltico y Canal de la Mancha por la campaña PELTIC, organizada por el Centre for Environment, Fisheries and Aquaculture Science (CEFAS), así como a las cifras que se obtengan en el marco del estudio IBERAS realizado por Instituto Español de Oceanografía y el Instituto Português do Mar e da Atmosfera, en la costa portuguesa.
“De esta forma conseguimos abarcar de forma coordinada toda la anchoa que se extiende en el suroeste europeo, esto es, desde el Golfo de Cádiz hasta el canal de la Mancha, lo que nos aporta una mejor visión de conjunto, al enmarcar nuestras observaciones en un contexto geográfico mucho más amplio, con lo que no solo obtenemos unas estimas más fiables e integrales, sino una mejor comprensión de las dinámicas de la población”, añade Boyra.
La importancia de JUVENA reside en el hecho de que permite anticipar las fluctuaciones interanuales en la abundancia de anchoa para poner en aviso a la industria pesquera y permitir tomar medidas con tiempo en caso necesario.
“Conocer cuántos juveniles de anchoa hay en otoño, hace posible anticipar cuántos ejemplares llegarán a adultos en la primavera y verano siguientes, período en el que tiene lugar la reproducción y se produce la pesca. Solo a través de una gestión sostenible es posible garantizar la supervivencia de la especie y el futuro de un sector económico que emplea a más de 3.500 personas, entre la actividad pesquera y la industria conservera y alimentaria”, reflexiona el experto. En este sentido, esta iniciativa impulsada por el Gobierno Vasco y realizada anualmente por el centro tecnológico AZTI, “ha contribuido a tener una pesca responsable y sostenible en aguas del golfo de Bizkaia, así como a preservar los recursos marinos para las generaciones futuras” concluye Boyra.
La campaña JUVENA, financiada por el Gobierno Vasco, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y el IEO, permite efectuar recomendaciones a las autoridades pesqueras en base a los datos obtenidos y a las regulaciones actuales de explotación de anchoa, elaboradas por científicos de AZTI, el IEO, e IFREMER, y ratificadas por Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STEC) de la Comisión Europea.