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24 de noviembre de 2015

Neiker propone extender el cultivo de trufa negra a zonas pobladas con robles carrasqueños

Con el objetivo de mejorar el crecimiento y la calidad de la trufa negra (Tuber melanosporum), el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario Neiker-Tecnalia está diseñando el mapa de los lugares de la Comunidad Autónoma Vasca más propicios

para el desarrollo de la truficultura. Entre las primeras conclusiones del proyecto, cabe destacar que los investigadores se han mostrado favorables a expandir el cultivo de la trufa negra a lugares poblados con robles blancos; ello conllevaría prácticamente el poder doblar la superficie dedicada actualmente al cultivo de trufa negra.

Tradicionalmente se ha ligado la trufa a la encina

Tradicionalmente se ha ligado la trufa a la encina, pero, según los estudios realizados por los investigadores de NEIKER-Tecnalia, el roble carrasqueño (Quercus faginea) es también una especie de roble muy adecuada para el cultivo de dicho hongo. El utilizar el roble carrasqueño, además, abre la posibilidad de extender la explotación de la trufa negra a una gran parte de la CAV, ya que se trata de una especie muy habitual en nuestro territorio.

El proceso de cultivo de la trufa negra comienza poniendo las esporas del hongo en esquejes de encina, roble u otras especies, es decir, en árboles que se encuentran en la fase inicial de crecimiento. Los esquejes se dejan a continuación en invernaderos, donde desarrollan su unión con el hongo hasta que toman el tamaño adecuado para ser plantados en el exterior. Una vez cumplidos seis-ocho años, los árboles pueden comenzar a ser productivos y a desarrollar trufas negras en sus raíces.

Al ser Euskadi un territorio con numerosas tierras calcáreas pobladas con robles, es un lugar muy adecuado para el cultivo de un producto tan preciado por los mejores gastrónomos como la trufa negra. La trufa negra tiene un gran potencial para desarrollar tanto la agricultura como la silvicultura, sobre todo en Álava. Además, se trata de una actividad complementaria muy adecuada para revalorizar y diversificar las explotaciones agrícolas y forestales tradicionales. De la misma manera, cabe destacar que la trufa negra cumple una función ecológica muy importante, ya que ayuda la protección de aves y otras especies de animales e impulsa la rehabilitación de especies autóctonas.