Balmaseda es la capital de la comarca de Las Encartaciones. Primera villa fundada en Bizkaia (1199) y puerta de Bizkaia con Burgos, se trata de un secular núcleo urbano, comercial e industrial.
Es conocida, entre otros motivos, por su antigua Fábrica de Boinas de La Encartada (hoy Museo), por su mercado medieval, por su Semana Santa y por su característico puente medieval amurallado sobre el río Cadagua, llamado Puente Viejo o Puente de la Muza.
Notas forestales sobre Balmaseda
Pero Balmaseda no sólo destaca por su núcleo urbano. Los montes que lo rodean, Montes de Utilidad Pública en su mayor parte, reúnen grandes masas forestales dominadas por el pino radiata.
Según las estimaciones realizadas en el marco del Inventario Forestal del País Vasco y del proyecto FORRISK, hay sólo seis municipios vascos con más de 1.000 hectáreas de pino radiata de propiedad municipal y que contengan unas existencias maderables de más de 200.000 m3 de esa misma especie en monte público. Salvo el vecino municipio de Amurrio (Álava), todos ellos se ubican en la comarca de Las Encartaciones: Valle de Carranza, Sopuerta, Gordexola, Zalla y Balmaseda. Pues bien, Balmaseda destaca entre todos ellos porque sus existencias maderables medias son las más altas: nada menos que 260 m3/ha de promedio en esos pinares. Estos volúmenes medios tan altos suponen, por un lado, un considerable patrimonio público pero, por otro lado, suponen un alto riesgo ante posibles fenómenos adversos. Así se puso de manifiesto en 2010, cuando el vendaval Xynthia causó considerables daños en el norte de Álava y Bizkaia, incluyendo Balmaseda.
Según el Plan de Ordenación de los Montes de Utilidad Pública del municipio de Balmaseda (realizado por IKT y certificado por PEFC desde 2011), existen cuatro montes de propiedad municipal, llamados «El Acebo, El Alisal y Calleja Cerrada», «Arbaliza, Retao y Los Arroyos», «El Juque, Coliza y Pedrera» y «La Herbosa y Los Tueros», además de los montes patrimoniales de la Diputación Foral de Bizkaia «El Acebo y Chorrote», «El Castillo de Piedra» y «Buenos Aires». La superficie total ordenada en esos Montes de Utilidad Pública del Ayuntamiento de Balmaseda asciende a 1.427 ha, arboladas en el 95 % de su superficie y de las cuales el pino radiata abarca unas 1.050 ha.
Seguidamente se propone un itinerario muy forestal, que discurre por el corazón de estos extensos pinares.
El itinerario
El Kolitza es uno de los cinco «montes bocineros» de Bizkaia, junto con Oiz, Sollube, Gorbeia y Ganekogorta. Esa denominación procede de antiguas llamadas que se hacían desde esas cumbres con cuernos huecos o bocinas, además de diversas hogueras, con el objetivo de llamar a las Juntas del Señorío de Bizkaia.
Hoy en día el Kolitza es lugar muy conocido por los montañeros, ya que constituye uno de los principales accesos a la travesía de los Montes de Ordunte y suele albergar diversas carreras de montaña. Su ascensión puede hacerse desde distintos puntos de partida, aunque el más frecuentado suele ser la subida desde Balmaseda, Villa que es accesible por carretera y tren (Ferrocarril de La Robla, que une Bilbao con León).
Desde el Puente Viejo de Balmaseda (cota 150) hay que subir en dirección noroeste, siguiendo un camino asfaltado que conduce al barrio de Pandozales (cota 283). Si se opta por el coche, puede aparcarse en este mismo barrio y acometer la ascensión desde aquí. Una vez que se llega a este barrio, la carretera se convierte en una pista de hormigón que va ganando altura y sigue las marcas del sendero de gran recorrido GR 123. A la altura de unas viñas se toma el desvío que sale a la derecha y se adentra en el pinar. Manteniendo siempre la dirección noroeste de ascensión, se van tomando diversas pistas forestales y se sigue un itinerario bien marcado, con señalizaciones y fuentes.
Hacia la cota 600 se alcanza una pista principal que procede del barrio de La Herbosa, pasa por la casa forestal del Garmo y llega hasta la propia cumbre del Kolitza. Se trata de una pequeña zona de descanso antes de acometer el último tramo de ascenso pronunciado hasta la cima. Estamos en el collado Campo del Espino, que divide Balmaseda del valle de Artzentales, al norte. Si se opta por caminar hacia el noreste, se llega al área recreativa de La Porqueriza y de ahí se puede ascender al cercano monte de La Garbea (718 m), lleno de antenas, pero con unas estupendas vistas sobre Sopuerta, Zalla y resto del valle del Cadagua.
Pero hoy el objetivo es la cumbre del Kolitza, para lo cual hay que seguir una senda o cortafuegos recientemente afirmada con troncos enterrados y que, poco a poco, llega hasta la cumbre (cota 879, tras 1,5-2 horas). Allí nos espera la ermita de San Sebastián y San Roque, construida al borde de un precipicio y una gran panorámica sobre montañas y valles circundantes. Burgos, Cantabria o, si el tiempo lo permite, el Mar Cantábrico están a la vista. Dicha ermita, restaurada tras la Guerra Civil, se suele considerar de estilo protogótico o primer gótico de Bizkaia (siglos XIII-XIV), con dos portadas, aunque también se asemeja al estilo de las ermitas románicas que pueden encontrarse en el cercano valle burgalés de Mena.
La devoción por San Roque parece ser que procede de haber constituido un refugio de la población de Balmaseda en épocas de peste. El monte siempre ha sido un buen lugar para huir de los problemas urbanos y para purificarse. Y lo sigue siendo hoy en día.
El descenso hacia Balmaseda puede realizarse por la misma senda o por cualquiera de las pistas forestales que, a través del pinar, descienden en dirección sureste. También puede bajarse hasta Artzentales por Regomedo o, allí a lo lejos, hasta Karrantza por el sendero de Los Karranzanos. Todas las opciones son muy forestales y merecen la pena.