23 de mayo de 2014

Por los pinares de los montes altos de Albina

Aramaio se encuentra en el centro geográfico del País Vasco. Se trata de municipio netamente forestal, que combina la faceta productiva de madera con la protectora, no en vano alberga la parte alavesa del Parque Natural de Urkiola.

En febrero de 2013, sus pinares ubicados en las zonas más altas sufrieron un duro golpe a causa de una intensa nevada.

La Aramaio mediterránea
Aramaio es una curiosidad geográfica dentro de Álava. Es un municipio relativamente extenso, con una superficie total cercana a las 7.300 hectáreas, lo que le incluye en el grupo de los 20 más grandes del País Vasco. Una importante singularidad reside en el hecho de que esa extensión se divide, prácticamente a partes iguales, entre la vertiente cantábrica (cuencas de los ríos Ibaizabal y Deba) y la vertiente del Ebro (ríos Olaeta y Albina). La mayor parte de su población habita en las ocho anteiglesias o barrios situados en el valle que vierte sus aguas hacia el río Deba. Por su parte, tanto el núcleo de Olaeta como el valle de Albina son vertientes hacia los pantanos del sistema del río Zadorra.

Aramaio es una curiosidad geográfica dentro de Álava.

Se trata de un municipio eminentemente forestal: un 80% de la superficie municipal lo forman masas arboladas, el porcentaje más alto de Álava. Esa gran extensión arbolada se compone principalmente de plantaciones forestales: con 4.000 ha, es también el primer municipio alavés en cuanto a superficie arbolada plantada total.

Como consecuencia del descenso general en la actividad forestal, en el País Vasco se ha producido una gran acumulación de masas adultas (fustales) de pino radiata a lo largo de los últimos años. Por ejemplo, en Álava la superficie de pino radiata fustal ha pasado de 9.000 ha en 1996 a unas 14.500 ha en 2011. Sin embargo, en el municipio de Aramaio se ha producido el proceso contrario, debido a las intensas cortas que se han venido produciendo en los últimos años: la superficie de pino radiata fustal ha pasado de 1.500 ha en 1996 a 923 ha en 2011. Ello constata que se ha producido una intensa explotación de estos pinares durante los años en los que ha habido alta demanda de madera de pino radiata. Poco a poco, nuevas plantaciones de coníferas productivas adaptadas al frío y a la nieve, como el abeto Douglas o el pino laricio de Córcega, han visto aumentar su extensión a costa del pino radiata.

En el País Vasco se ha producido una gran acumulación de masas adultas (fustales) de pino radiata a lo largo de los últimos años

Y llegamos a la última particularidad forestal de Aramaio: de todos los municipios vascos con una superficie significativa de pino radiata, es el que presenta mayor altitud media de sus pinares. La cota media de la superficie de pino radiata de Aramaio es de 606 metros y cerca de un 60% de su superficie de pino radiata se ubica por encima de la cota 600. Ello indica unas condiciones en general desfavorables para el crecimiento del pino radiata, ya que estas altitudes suponen mayores limitaciones por nieve o heladas. La explicación principal de estas considerables altitudes hay que buscarla en la ubicación de una gran parte de estos pinares en la vertiente mediterránea del municipio, al sur y al oeste del puerto de Cruceta o Kurtzeta (cota 695).

El itinerario
Se propone un recorrido por los pinares ubicados en la cuenca del río Albina, en una zona de altitud comprendida entre las cotas 600 y 700. Estos pinares de propiedad privada han sufrido un intenso rejuvenecimiento en los últimos años, como consecuencia de diversas cortas a hecho.

recorridoEn la madrugada del 12 de febrero, toda esta zona fue afectada por un fenómeno conocido como «nieve húmeda», que se distingue por producirse con una temperatura ambiente comprendida entre 0° y – 5° y que se suele adherir a la copa de los árboles, creándoles fuertes sobrepesos en el caso de caer con intensidad. Eso fue precisamente lo que ocurrió en municipios como Aramaio, Otxandio, Abadiño (Urkiola) o Legutiano, lugares de baja productividad para el pino radiata por sus considerables altitudes y su vertiente mediterránea. También en Vitoria causó graves daños en el arbolado urbano.

Se propone seguidamente un pequeño itinerario forestal, en el que se podrá contemplar diversos tipos de daños en los pinos causados por esa nevada. Es de reseñar que la especie más afectada es el pino radiata, en grados muy superiores a los registrados en otras especies presentes en la zona, como alerces o pinos laricios.
El lugar de partida, donde se puede aparcar el coche, es el área recreativa situada junto a la ermita de Marixeka o Mariaka (cota 615). Allí mismo, a unos 200 m por la misma carretera A-2620 Legutiano-Aramaio, parte hacia el norte una pista forestal bien afirmada. Tras atravesar unas zonas de cultivo, la pista se adentra por el pinar y va tomando altura. Tras ascender a lo largo de 3 km, se alcanza la txabola de Arraga, situada en el borde de la carretera A-3941 Legutiano-Aramaio (cota 750).

En este punto, el itinerario toma rumbo al oeste, pudiendo caminar 1 km siguiendo esta misma carretera o, si se desea evitar riesgos, se puede seguir una pista paralela a esa carretera pero que se sitúa al norte, aguas arriba de esa carretera. En ambos casos, se llega al hayedo donde se ubica la ermita de San Cristóbal (cota 725). La zona es un magnífico mirador del valle de Aramaio y de las cumbres del Parque Natural de Urkiola. El calificativo de «pequeña Suiza» que suele recibir este paisaje está totalmente justificado.

Sólo queda volver al punto de partida, otra vez a través del pinar. De las cercanías de la citada ermita de San Cristóbal desciende una pista principal, que luego se desdobla en varias pistas secundarias, descendiendo todas ellas hacia la carretera inicial que se dirige a Legutiano. Si se toma alguna que se dirija hacia el este, podremos evitar el paseo por la carretera y alcanzaremos la pista forestal por donde empezamos el paseo.

El tiempo total invertido en la vuelta rondará las 1,5-2 horas, dependiendo de las paradas efectuadas.

El itinerario permite comprobar diversos grados de afección en los pinares de la cuenca del río Albina. Donde mayores daños se han registrado ha sido en masas jóvenes de pino radiata. A grandes cifras, los pinares recién repoblados, con pocos años, presentan multitud de plantas tumbadas por la nieve, con un alto coste para enderezarlos. Entre los pinares de 5-10 años abundan los árboles con troncos deformados, doblados por el peso de la nieve, al haberse sobrepasado su límite de elasticidad. Por último, en pinares de edad comprendida entre 10 y 25 años se constata la rotura de muchos fustes a mitad de su longitud, a la altura donde comienza la copa viva, pues precisamente donde la nieve se ha acumulado y ha supuesto un sobrepeso para los árboles. En pinares adultos aparecen árboles dispersos con la punta rota.

Las primeras estimaciones apuntan a unas 50 hectáreas de pinar que habrá que cortar a hecho y malvender, debido a que la madera que se podrá aprovechar es de baja calidad y de pequeño diámetro. Además, habrá que invertir recursos en enderezar los pinos jóvenes, aunque la rentabilidad futura de esta costosa operación puede quedar en entredicho si la primera troza arrastra defectos de partida.

Aunque a una escala menor, se ha repetido el caso de la tormenta Xynthia en el valle de Ayala (febrero 2010). En unas pocas horas, todo el esfuerzo en tiempo y dinero de los propietarios forestales se va por la borda. Es cierto que los pinares de esta zona alta de Aramaio son en su mayor parte jóvenes y además se ubican en terrenos de mayor riesgo natural que los de Ayala debido a su mayor altitud, pero en ambos municipios se demuestra la incertidumbre intrínseca de las inversiones forestales.

Como posibles soluciones ante este tipo de riesgos climáticos o abióticos, se suele apuntar la petición de ayudas extraordinarias, el cambio de especie en la nueva plantación, el acortamiento de los turnos o el establecimiento de seguros forestales. Y, por supuesto, hay que animar a los propietarios forestales afectados, intentando que no abandonen la gestión de sus montes y que mantengan la riqueza forestal de este precioso valle.

Actualmente, HAZI Fundazioa está participando con otros socios en el proyecto Interreg Sudoe 2013-2014 Forrisk (forrisk.efiatlantic.efi.int), dedicado a prevenir el efecto de los riesgos forestales en los bosques atlánticos y a integrar dichos riesgos en la gestión forestal. Esperemos poder aprender de nuestras catástrofes forestales más recientes para minimizar el efecto de otras amenazas en el futuro.

Texto y fotos: Alejandro Cantero. Hazi Fundazioa.

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