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2016, Apirilak 20

Entre pinos y encinas por Sopeña, valle de Karrantza

El Decreto 176/2006 declaró el Parque Natural el área de Armañón, abarcando una superficie de 2.971 ha en los términos municipales, del Valle de Karrantza y de Trucios-Turtzioz

. Diez años después, el Gobierno Vasco acaba de declarar Zona Especial de Conservación (ZEC) a este espacio que forma parte de la Red Natura 2000. El otro gran espacio natural de este valle, situado al sur, los montes de Ordunte, ya había sido declarado ZEC en 2015.

El valle de Karrantza
Es un municipio relativamente extenso, situado en el extremo occidental de Bizkaia, rodeado por tierras de Cantabria al norte y al oeste y de Burgos al sur. Ocupa una superficie total cercana a las 13.700 hectáreas, lo que le convierte en el mayor de Bizkaia y en el cuarto del País Vasco. Propietario de unas 7.200 ha de Montes de Utilidad Pública, el Ayuntamiento de Karrantza es dueño de más de la mitad de la extensión total del valle.

El paisaje del valle es singular, una sucesión de colinas y arroyos, con montañas y extensos bosques en la periferia y con la población repartida en pequeñas aldeas.

Es un valle dedicado al sector primario, principalmente a la ganadería bovina. Según el Censo Agrario de 2009, se contabilizaron cerca de 13.000 cabezas de vacuno, lo que supone el 10% del total del País Vasco. Para alimentar esa cabaña ganadera, hace falta una enorme superficie de pastos. Así, el valle concentra unas 5.000 hectáreas de prados, lo que convierte a este municipio vasco de mayor extensión pratícola, con la particularidad, además, de que una gran parte de esos prados se ubican en Montes de Utilidad Pública, bajo la denominación de “prados de concesión”.

No sólo las vacas lecheras caracterizan a este valle. En esta histórica comarca de las Encartaciones, al igual que en los vecinos valles cántabros de Villaverde y Guriezo y que en el valle burgalés de Mena, se conserva un sistema tradicional de pastoreo y una serie de razas animales autóctonas, como caballos losinos, pottokas y asturcones, ovejas karrantzanas y latxas, perros vilanos o vacas monchinas. Alrededor de esta cabaña ganadera, se ha mantenido una importante población de rapaces rupícolas de buitres leonados y alimoches. Y el lobo sigue al acecho, apareciendo y desapareciendo…

En cuanto a la población, entre los Censos de 1981 y de 2011 se ha constatado un descenso de casi el 20% de los habitantes del valle de Karrantza, rondando actualmente los 2.800 pobladores. Ello contrasta con el aumento del 2% de la población de la comarca de las Encartaciones en ese mismo periodo. El envejecimiento y la pérdida de población joven se van acentuando en Karrantza, como en otras áreas de montaña.

El itinerario propuesto
Al norte del municipio, a los pies del monte Armañon, se ubica el Monte de Utilidad Pública 84 “Sopeña”, de unas 800 ha de extensión. El recorrido seguidamente descrito atraviesa ese monte y permite descubrir dos tesoros forestales: el encinar adehesado y el pinar de radiata.
Se aconseja comenzar el itinerario desde Paúles (km 0; cota 290). A esta aldea se puede llegar mediante la carretera BI-4675, que también permite acceder al conocido parque de Karpin Abentura.

Una vez en Paúles, la mejor opción sigue la llamada Ruta por el Encinar de Sopeña/Sopeñako artadiko ibilbidea, ruta cuyo folleto puede ser descargado en la web de la Diputación Foral de Bizkaia.

Se trata de seguir una pista de buen firme va ascendiendo entre árboles, en dirección noreste, hasta llegar a un cruce de pistas situada en los pastizales altos, donde se aprecia una preciosa panorámica del valle (km 2; cota 440). Allí se continúa por la misma curva de nivel hacia el norte, hasta llegar a una zona llana en la que aparece el encinar a mano derecha y el pinar a mano izquierda, ya aguas abajo.

El encinar se ha desarrollado sobre una litología dominada por limolitas y areniscas calcáreas, bajo unas peñas calizas donde ya empiezan a aparecer las hayas. Un encinar sobre un sustrato silíceo es una curiosidad en la vertiente cantábrica del País Vasco, donde las masas más conocidas crecen sobre roquedos calizos, y demuestra la plasticidad de esta especie. En la parte sur del encinar, en cotas inferiores a 450 metros, dominan los pastizales con encinas diseminadas y alguna cabaña de pastor, mientras que hacia el norte el encinar se va densificando, conforme aumenta la altitud y la carga ganadera disminuye. En esta zona de peñas, precisamente, se esconden los vestigios de una antigua explotación de mineral de hierro, la llamada Mina del Toral.

Por su parte, el pinar es una masa repoblada hacia 1958 con pino radiata y que ocupa unas 70 hectáreas. Se trata de un consorcio forestal, es decir, un acuerdo por el que la antigua Caja de Ahorros-BBK se encargaba de costear la plantación forestal en terrenos propiedad del Ayuntamiento de Karrantza, a cambio de recibir un porcentaje de los ingresos en el momento del aprovechamiento de los pinos. Actualmente, este enorme pinar va siendo cortado a hecho en forma de lotes anuales de pocas hectáreas y bajo la supervisión de la Diputación Foral de Bizkaia, con el fin de disminuir el impacto paisajístico y la afección a especies amenazadas y de proceder a la reforestación progresiva de las laderas cortadas.
Una vez dentro del pinar, se puede apreciar la altura y densidad del pinar y su buen estado de conservación. Este tipo de viejos pinares no sólo son reseñables por su valor económico, sino también por constituir el refugio o la zona de alimentación de diversas especies de fauna de interés. Igualmente, bajo los pinos se ha ido desarrollando en ocasiones un regenerado natural de frondosas que, si se cortan y extraen los pinos con cuidado, podrán convertirse en la nueva masa forestal. Es el caso de este pinar de Sopeña, ya que bajo los pinos han ido creciendo diversos pies de acebo, encina, roble o castaño.

El aprovechamiento sostenible de este pinar está suministrando madera de diversas dimensiones: madera gruesa y tronquillo para obtener tabla y embalaje, además de madera delgada para obtener pasta o biomasa. Aunque la madera de este pinar es abundante y de buena calidad, su precio no es muy alto debido a las limitaciones que supone su ubicación en un Espacio Natural Protegido, con presencia de especies amenazadas en sus cercanías.

Las opciones para volver a Paúles son varias: descender por el pinar hasta llegar a un arroyo y una pista de vuelta o se puede continuar por la pista que divide el encinar y el pinar, más o menos por la curva de nivel, a lo largo de 5 km hasta llegar al pueblo de Santecilla (a 3 km por carretera de Paúles).

El visor Geoeuskadi: una herramienta multiusos
Hay que recordar las posibilidades que trae consigo el visor Geoeuskadi (http://www.geo.euskadi.net/), Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) de Euskadi, creado por el Gobierno Vasco. Este visor gratuito permite acceder a abundante información cartográfica (mapas, ortofotos, vuelos LiDAR, etc.), para visualizar en pantalla, para hacer mediciones o para descargar. El visor permite planificar excursiones de manera sencilla con la ayuda de un PC, tablet o móvil, permite visualizar un entorno en relieve (anaglifos 3D) y también permite conocer la historia reciente de un lugar, de un núcleo habitado o de un monte, gracias a las ortofotos históricas que incorpora. Las ortofotos más antiguas que incorpora el visor Geoeuskadi para todo el País Vasco son las de los vuelos americanos de la serie A (1945-1946) y de la serie B (1956-1957).
Cualquiera que planifique excursiones por los montes del País Vasco puede apreciar la utilidad de esta herramienta, siempre disponible y en proceso continuo de actualización y mejora.

Así, de esta forma vertical, desde el aire, podemos hacernos una idea de cómo eran estos montes hace 60-70 años, de cómo escaseaban los bosques y abundaban caminos y txabolas. De cómo convivían mineros, leñadores y pastores en un mismo espacio y de cómo trabajaban duro para extraer a la tierra sus recursos.